Francisco Garzaro,
Guatemala
Un poema de amor no es el punto necesario
(Junio de 2012)
Un poema de amor no es el punto necesario
porque hay más quereres tibiamente alejados de vos
separados de tus ojos por ejemplo el territorio
los pájaros las flores las fieras bellos insectos la botella verde que recogí del mar;
la ruta con mi padre
el asombro en el bolsillo la melodía silbada
el viento en la cara como si no pasara nada medio triste el viejo
y el día despuntando en caminos aplastados por camioneros
guiando enormes timones;
salté de la niñez al éxtasis de bruces a mi amor por lo salvaje
sin miedo
(el fusil a tientas en las noches por los caminos olvidados luceando
inocentes conejos
mientras afanoso palpita el corazón).
Es la vida.
Culpo a Verne a don Emilio Salgari al gringo Twain de mi forja aventurera
a De Amicis le acuso de haberme tocado para siempre el corazón
que hoy por fin ya vive sobrio en mi cabeza mas fuma alguna vez, me aguada
me ablanda el caminar
a ellos pero no solo a ellos sino a los que fueron llegando a la desolación
a mi oscurana
con sus linternillas los otros poetas vitales griegos antiguos alemanes decimonónicos
Ché Martí Brouwer o Silvio
hay chinos irlandeses salvadoreños Roque
mexicanos Roque y guatemaltecos Roque más Otto más Obregón
a todos os acuso por quien soy:
finalmente acusador;
hubo profesores risueños severos responsables
de lo que soy he sido
universitarios vox magister llegados hermanos de quien fuimos y somos
oh padre trabajador oh clase trabajadora todavía cantas en tu timón la madrugada
laborando
oh compañeros exaltados sois voltaje doblado en la maleta
que tendí orgulloso en alto al sol veinticuatro horas como quien seca la ropa
para llevarla bien puesta en adelante.
Ves
así el prisma
–amor primigenio–
levantó a millares de preguntadoras abejas
conste
a vos ni te pensaba
por lo menos a tu carne ni a tu hueso
así tras camino corrido descaminé la vida
tropecé dos tres tantos yéndome a las luces del valle
con sus ecos
éranse otras manos oscuras quemadas a puro leño ardiente
a mal pagado jornal manos a millares
qué diría mamá tan cuidadosa oh chichí el que arrulló;
y fijate vos fijaos vosotros vosotras todos todas como hoy se dice
fui vine de nuevo hube de irme de nuevo
me babosiaron me babosié metí la pata la saqué
y de nuevo creyendo creyendo creyendo una otra cosa
tenía fe ese bicho amorfo tranquilizante mariguano
ah! la mano suave acariciadora de mi madre piadosa ah! la enérgica soñadora
de mi tanguero padre ah! los curas ensotados ah! su acto-de-contricción
ablandador de deseos
deli-pecaminosos
ah patojo cipote chigüin mozalbete chamaco buscador con ton con son
la ceguera la ceguera la ceguera oh! y la poza dulce de unos ojos como los tuyos
o parecida más bien y me tiré al agua y me bañé y me bañé en otras como vos;
(por la esquina íngrimo de noche caminaba el armador
al que llámanle Roque o Roquito
como la Poniatowska en el Libro levemente odioso
y ¡chas! otra mojazón pal río camino del mar
pal mar por esta sangre la libertad
mas silban duendes brujitos sisimites dieguitos cipitíos lloronas siguanabas
vírgenes moiseses mesías encantamientos
oh! pero boga docto loco astral don Salarrué);
¡fantasmas!
mundo-que-ya-no-fue-mi-mundo creció barba a mi cerebro cpu
que llevo conmigo dondequiera
¿sabeis? cada minuto soy cabalmente un minuto menos bruto menos mono.
El amor por eso y por vos y por otras como vos
o sea globalmente por vosotras
o vosotros
no es un asunto estrictamente sensitivo-sentimental sino que me parece
más bien un rico oloroso queso maduro o una cerveza bien fría
o un Quique Sinesi bien tocado a la Papandreu guitarra en mano
o la memoria en pleno
la vía láctea
y no puedo amarte solo a vos ahora que vuelo en mil pedazos
cuando llego a mi edad de piedra preciosa a mi siglo veinticinco
digamos necesito amar la hierbabuena tu independencia
tus 360 grados
amar intensivamente
pese a todo
a ella a la que me pregunto que es finalmente el animal que amo
con su forma de mujer
vos sabés no hay traición por ninguna parte
que te amo a vos de veras arraigadamente apasionadamente
dialéctica-mente
así veraz como que no hay ratón en casa y sí humedad en la pared de nuestro minúsculo jardín.
no pido perdón por esto no hay porqué por todo lo anterior es que un poema de amor
no es necesariamente meloso o el punto obligado de la poesía
mucho menos en una relación de tú a tú ni de nos a nos
que no es asunto de reflexión sino de inflexión
que es algo así como la existencia de los anteojos del gallo
o como el aborto anticipado de la traición
ahora sé porqué admiro –que es otra manera de amar– al cangrejo que llaman Caballero
por dialéctico
por moverse multidireccionalmente
al caminar por la vida un todo-terreno
sobre todo por sus ojazos giroscópicos tan diferentes
de los tuyos
de los vuestros;
oídme bien:
Un poema de amor ahora o siempre lo ha sido es rebelión es pálpito contra reloj
vuelo recontra gravitacional desconocimiento del desorden o del orden acatado
fuera del manido cómodo recurso posmo anarquizante
un poema hoy es amar-te
ama-ros sin derecho propio en o sobre vos
ni sobre ninguna ella ni aquélla ni título alguno
sin maestría solo calorcillo acompañado
solo nuestra ternura
donde cabe donde puede caber
el diverso mundo para poder respirar y cantar
uni-verso.
Un poema de amor por ello no es el punto estrictamente necesario.