Javier Payeras,
poeta invitado,
Guatemala.
Lo líquido y la palabra
Hoy los cuerpos nos dejan, nos hundimos en la noche.
Canciones que remiten a la infancia, el espacio donde
se bloquea el silencio, el espacio donde llegan las
palabras y las imágenes.
Se oscurece de himnos la grotesca penumbra del día.
Entre plazos y despedidas concluyen los ritos.
Ver la pared, pensar...
Hoy ante todo, hoy es antes, hoy es después, hoy es
transparente la oscuridad.
Considerar que nada es alguna vez. Una persona que
deja sus cosas. Eso es todo: el paisaje total de la
ausencia en la tierra.
El horizonte líquido de la vida.
Tristeza de fuego en la tormenta que se apaga, no hay
algo que devuelva la vida a la hoguera.
No debe quedar memoria de los tiempos mediocres.
Sistema de celosías, la víspera, ruido continuo sin
vacilar, aturdidos, ruido en el que no hay nada que oír,
el peligro de la oscuridad completa.
En un momento vendrán los gritos, sólo un ruido que
no expresa nada.
El inventario de los últimos significados hace
posible toda la experiencia.