Francisco Garzaro,
Guatemala
Fumada
(15 de mayo de 2012)
(...) Amaremo lloraba al recordar, y encaminando sus pasos
a un oscuro rincón de la gruta, tomó en sus manos un cráneo
humano que allí había y dijo mostrándolo en alto:
–¡Ved aquí la gran vasija vacía!... Es el cráneo del poeta.
Salarrué. Los siete vasos de Amaremo (O-Yarkandal)
I
Se me ocurre ahora repentinamente
pensar en vos
ridículamente como soy
medio bobo otra vez mirando al techo
otra vez
sin cigarrillo
abandoné fumar
ni modo
oh el cáncer jodido
a saber a saber
por si las moscas huyo
a dondequiera
cruzo la esquina pero te bebo en el aire
tu piel lisa lo mejor palpo
el soplo, un beso
tocarte el plumaje quiero
como a un pájaro repentino
tu cuello
pluma a pluma
mirarte
lo has de mirar
al beso digo
fugaz
antes que bata las alas
se lleve
el amor
II
La tarde se muere otra vez sin vos
la locura
la Catleya luminosa
(luz cabizbaja, enmohecida negriblanca luna)
saudade pues o mejor fiesta
eléctricas rápidas fusas atravesadas
veleidoso ilillo sónico metaloso tras el hoyuelo
tu agujero en la pared
ya no fumo ¡chis! ya no maldito cáncer
pero vos nada… la m…
estilo el tuyo
clasemediera
yo aquí comiéndote a mentiras
(des-menu-zándote pluma a pluma)
a tajadas
a ver si aparece la estrella
a ver si me llama
III
Criado al absurdo humo de un loco pertinaz
(eso es, por eso pienso en vos)
en mi mente vivís
agridulce,
melocotonosa,
montufariana;
y veo cada pájaro reposado hambriento por ahí y me jodés
recordándote chasquear lubria tus rodillas
(¡tras!, ¡tras!)
quizás me taraste para siempre y yo viva estupidoso
feliz entre libros harapientos
buscándote amplia, democrática fallida en personajes de invento
–bien jodido vos, y yo sin poder fumar–
solo tocándote las plumas de una en una sin piernas ni senos
como a un pájaro repentino medio sonso,
ahora tengo que mirarte fugazmente
antes que batas las alas
IV
Duermo
en sueños fumo
maldito vicio olvidado
expelo humarolas al cielo angelical
carísimo,
cruzo la esquina trunca, la cualquiera
méanla dos junior
en pull over
dos níveos santos
del opus
bien peinados
olorosillos
pulcros pulcros pulcros
hay plegarias
picantes,
de mujer,
llego por fin a la barra
y bebo:
–gentío–
la jarra con rock-senos-cosas parlantes
vos sabés
lo del viejo Marx merchandise fetichizante,
sonríen chocan espumarosos tarros
alegre vos pura uva vos
hasta Majano va y viene entre grenchas
¡ah! la española neolibe cooperante rajoiana
ululosa vos, ¡ululosa!
caleidoscópica la chava
pasaportón european union casi nada vos
y yo te pienso, te bebo estruendosamente
vaya qué viaje nel sin encontrarte
por aquí ni siquiera tu rastro,
temo ahora a la mañana
temo completamente despertar,
¡un café!, eso, ¡un café!
Afuera un pájaro canta.