Francisco Garzaro,
Guatemala
(Diciembre de 2009)
Trigonómetra acuariana,
compás trazador
de humos en el aire,
espiral eres tú
goteo, chorro, cascada
toda la mar
bravía de luz.
Te pienso adentro
en el viento arremolinado
de un tiro, en la turbulencia azul
en que escapa la vida
en que te amo sorbo a sorbo, certero
en la penumbra cuando abres plena tu puerta
jadeante, confiada,
y llueven abrazos
y caen tantos besos.
Sólo entonces eres tú
tierna, tibia
como fiera
en su guarida,
como agua
en su molino
cristalina,
ligera como un hilo
de luz,
tenue,
suave como la tarde
cayendo
con el sol.
Así te pienso
en el remanso,
en el fondo
del arroyo,
cuando eres así,
desnuda,
cuando eres tú
en el preciso lapso
en que
somos uno los dos.