Miguel Crispín Sotomayor,
In Memoriam,
Cuba,
en su poemario Las campanas doblan por los vivos,(2011)
LA PIEDRA
Tomo esta piedra
la palpo, la sopeso,
la alzo y la imagino volar.
Si fuera geólogo la llamaría: roca
y sabría su origen, composición,
uso y hasta nombre científico,
pero no lo soy.
Por eso, simplemente: una piedra,
recogida del borde de un camino,
extraída del medio de una calle.
Si la guardo
nadie se ocupará de mí
y todos me seguirán llamando Miguel, Juan, Pedrito o María,
en Honduras,
y Yasser, Hanni, Ahmad o Murad,
en Palestina.
Pero si la lanzo
contra soldados y polilcías
represores
entonces
algunos me llamarán: terrorista.