Alejandra Flores,
poeta invitada,
Guatemala,
en su poemario Transparencia del mal.
Hechicera
Las mentiras mágicas
dichas con vehemencia
son verdades convenientes
Luego las sentencias auto cumplidas
hacen el resto
del embrujo
El sueño que es un accidente del deseo
se vive cual realidad
Las mujeres de mi generación
nos caracterizamos
por la imposibilidad de vincularnos
Es preferible
la soledad
la angustia
con esas borracheras escandalosas
de catarsis explosivas
Autodestructiva
sobrepasando los límites de mi cuerpo
volcando sobre mí misma la ira que te tengo
llego a la anomia y alabo a
/Ixtab (diosa del suicidio)
Sé que las llaves tienen el
inconmensurable
sabor de la eternidad
Amo
palabra fundante
Huirle
me es imposible
Me echo un trago
y se abre la caja de Pandora
Hasta yo
me temo
Escindirme de mi propia locura
asomarme a mi propio abismo personal
verme
desde la rejilla
Soy yo
Esa y la que está mirándome
somos la misma
Es inmadurez
inconsistencia
irresponsabilidad
infantilismo
inseguridad
Pero, a pesar de todas las ies
que tengo apretujadas en la conciencia
su irrupción violenta como ola
es tan poderosa
que me hace vivirlas en un bar incesantemente
Estoy envejeciendo
Me gusto más ahora que cuando tenía
veintitantos años
Mi cuerpo tiene circuitos de sensibilidad
hechos de historias vividas
Hablan
huelen
sienten intensamente
finalmente estoy sola pero plena
Estoy empalabrándome
sé que estoy pisando el umbral
de algo definitivo
Amo y odio a lo Virginia Woolf
Es increíble como la subjetividad
invade
penetra
gobierna
Lacan tenía razón al hablar del
/estremecimiento que sentimos
al traspaso de nuestros fantasmas
y el fin último será siempre el goce
aunque para ello la zozobra
/invada por momentos