Miguel Crispín Sotomayor,
Cuba,
In Memoriam
EL VUELO DE LOS MOSCARDONES
Pasó ayer, pasó hoy... ¿mañana pasará?
Hay pájaros que vuelan alto
y desde que emprenden vuelo
llevan prendida a sus garras
al resto de su manada.
Sus pichones emplumados
descansan y se alimentan
sobre la cómoda cumbre
de donde pueden otear
el camino que es más corto
para del nido escapar.
No tienen que ir por la mar
ni anidar
en un tren de aterrizaje,
porque algún pájaro amigo
o pariente
o quizás un enemigo
les conseguirá el permiso
el pasaje
y no tendrán que aletear.
Cruzan cualquiera frontera
con toda facilidad.
Para ellos, el aire no tiene cercas.
Pero sí... para todos los demás.
De esta raza de buitre
todo se puede esperar.
Aunque no le falte alpiste
ni buen nido
ni plumas
para vestir y volar,
cuando la avaricia crece
abren alas y al Norte van a parar
aunque este, sea brutal.
¿Que tu caña se ha partido...?
¡Ay, Antoñico "El Camborio"!
¿Y te duele?, no como esto me ha dolido
por lo que duele a Liborio.