Francisco Garzaro,
Guatemala
Saltar el cerco de la lírica al pantanal
(Julio de 2012)
I
salto el cerco de la lírica al pantanal
en mi frasco llevo
la necesaria dosis
ciertos improperios
delicatessen
al idioma de los conquistadores
los que se quedaron con todo
salto el cerco de la lírica al pantanal
para respirar palabras
tal cual salen
como brota la vida
y se forma el rocío
como tras un beso
silencioso
junto a tu mejilla
sin aliento
susurrar te quiero
salto el cerco de la lírica al pantanal
para hablar en el camino
–a pie en esta avenida de todos–
palabras vengadoras
para caminar la angustia
el histórico sinsabor
II
por eso el verso meticuloso
el que se mide
en recetario
se emputó conmigo
uso en esto de agarrar vuelo
el acervo reñido
con las “buenas maneras” de decir,
de escribir
reprende
rebosado de enjundia
el furibundo académico
la prosapia letrada
el fantasma emisario de poetas correctos
laureados
muchos por la “gente bien”
de este país
insoportables vuestras sonrisillas burlonas
queridos comemierda:
vuestras poses
vuestros atilda-mientos
vuestras lánguidas premeditadas falsas
apariencias de sencillez
vuestro enrrollamiento
vuestro ice cream
¡poets!…
oh vuestra palabra
insumo al ego
es visión empresarial
justo dijo Roque
-y aquí os adjunto el tamagás Roquiano, el del recordado difunto-:
Sea cual sea su calidad, su nivel, su finura, su capacidad creadora, su éxito,
el poeta para la burguesía sólo puede ser:
El payaso es un sirviente “independiente” que nada maneja mejor que los límites
de su propia “libertad” y que un día llegará a enrostrarle al pueblo el argumento
de que la burguesía “sí tiene sensibilidad”. El sirviente propiamente dicho puede
tener librea de lacayo o de ministro o de representante cultural en el extranjero,
e inclusive pijama de seda para entrar en la cama de la distinguidísima señora.
El poeta enemigo es ante todo el poeta enemigo. El que reclama su pago, no en
halagos ni en dólares sino en persecuciones, cárceles, balazos. Y no sólo va a
carecer de librea y de frac y de trajes de noche, sino que se va a ir quedando cada
día con menos cosas, hasta tener tan sólo un par de camisas remendadas, pero
limpias como la única poesía.
Parafraseando a Althusser, diremos que el que “Instruido por la realidad aplastante
y los mecanismos ideológicos dominantes, en constante lucha contra ellos, capaz de
emplear en su práctica poética –contra todas las “verdades oficiales”– las fecundas
vías abiertas por Marx (prohibidas y obstruidas por todos los prejuicios reinantes), el
el poeta enemigo, no puede ni pensar en realizar su tarea, de naturaleza tan compleja
y requerida de tanto rigor, sin una confianza invencible y lúcida en la clase obrera y
sin una participación directa en su combate” (*)
Y bueno, quedo cavilante tras la riña
aun más con Roque asesinado
mas no noqueado de al tiro
pero ni un paso atrás
¿quién dijo miedo
paisanos?…
fijaos:
es el kukuxclán embozado
como siempre
de níveas túnicas blancas
de protocolaria etiqueta
con el rostro en la oscuridad
de la capucha
pero yo, ni modo:
¡kikirikííííííííí…
me digo
¡kikirikíííííííí!…
Y os lo canto agregándoos:
en ningún cielo estoy ni vivo
no he de medirte
verso
ante la realidad
para “solaz” de licenciados
amanerados en literatura
forenses promotores
del negocio
poetral
III
sin comerciar palabras
puedo decir te odio hijueputa
con toda la maldita rabia del mundo
gritar
te amo mujer equis
sin medición versificante
pleno de gozo
de ribetes delipecaminosos
o con sollozos
de frustración
es que las palabras migran
vuelan
se van y vuelven
palomas son cuando te escribo
como hoy
golondrinas te hago, a veces,
y se van sin volver
al cerrar la puerta en el adiós
en mi pequeño lago
oscuro bien profundo
a borbotones por eso
para nada versos
es llanto risueño
o alegría de verbos viejos
o peces
para llegar a tus pechos
en la pared del tiempo escribo como antes malas palabras
–bellas malas palabras–
escritas según el cansancio
para gritar a los opresores para desquitar un poco la rabia
en la pared del tiempo dibujo corazones flechados sangrantes
–¡ay niño baboso!–
o escribo te quiero sin falta te amo ratona frente a tu casa
el niño, la niña
o sea nosotros nosotras
saltará la cerca
la (auto) censura
sabrá sabremos ajustar propinar
merecidamente
al mentón orangutanoso del dictador
palabras justas
bellas indignadas
maravillosas malas palabras del torrente sanguíneo popular
claro salen a relucir
pasiones
somos apasionados
sois apasionadas
¿no es cierto?
pero no hablemos de ésas –las deliciosas memorables queridas pasiones–
sino de bajas medias o altas contradicciones
dolores de estómago
de la sociedad
dolamas diversas de la presión alta de mi siglo veinticinco
IV
por cierto:
¡óyeme hijuesesentamil!:
a diario ajusticiarte quisiera
mas sólo te maldigo
(y me tranquiliza)
triste enemigo mío no pudiera yo negarte la vida
fusilarte feo en mi corazón que ama implacablemente
sólo destilo todo el odio
que he guardado puro en la maleta
sólo concentro minuciosamente mi veneno
reducido en este ambarino frasco que llevo escondido en el bolsillo
y morderás el polvo seguro
así será hoy
o mañana
irás adonde mereces
para nuestra felicidad
V
(¡huy!…
también hay para vos desconocida una carretada de amor
o la buganvilia digo
o un cafetal en flor
eso de querer saberte plenamente
acariciarte, puyarme en tus pestañas
¿por qué no?
sólo me contengo
dígole fuerte a mi duende necio ¡no señor!
introduzco mi “¡dale hombre!” en el morral
para otra ocasión
chula muchacha hermosa:
mujer equis ¿cómo te llamás?
tal vez pudiera-pudiéramos cometer mi amor sensual en mi piel y entre tu piel cantar:
¡Eros rey de nuestras dermis!…
zoología ancestral pura
terráquea
antropo/belleza
única
deleitosa
amadísimo Eros monarca universal
de nuestras vidas
¡oh nuestra delicatessen!…)
VI
pero bien:
saltar
brincar en fin el cerco
esa “depurada manera”
de decir de escribir
y dejar de ser ladrillo en la pared
será
nuestra cosilla
o sea
derribar todo a cuenta
en la burbuja
es más
rota está
esa vieja manera la saltamos para llegar al pantanal
donde vivimos casi
Roque también lo dijo
mucho antes
al morir
en parto heroico
por el odio impecable
de los asesinos:
es el turno
del ofendido
de los ofendidos
el “hoy nos toca a nosotros” a nosotras sigue vigente largos años después
hemos pues de saltar el cerco
“de la lírica al pantanal” bello “u” horrendo de nuestra realidad:
¡no a lo poéticamente correcto
no faltaba más!…
(*) Como declaración de principios, en Poemas clandestinos, Roque Dalton, 2a.Edición, EDUCA, 1982)