Nora Murillo,
Guatemala,
En el Día Internacional de la Mujer.
Cuando nos han dicho siempre lo que debemos y no debemos hacer
Cuando nos han condenado a sobrevivir alejadas de nosotras mismas,
elegir lo contrario a lo impuesto es difícil y subversivo.
Significa, aprender a transitar al revés y ponernos en el centro de la mirilla.
Lo cierto, es que somos cada vez más mujeres construyendo caminos alternativos
Cada una a su manera, con su propio reloj, en diversos espacios...
Confieso que esperé
Que se descongelara la noche
Que en mi puerto no atracara un solo barco
Que los duendes me regresaran las palabras
Esperé como miles de mujeres
En el anonimato
Con la triple jornada
El medio salario,
El jefe abusivo
El último puesto
Esperé
Con el enemigo en casa, la iglesia, la escuela, la calle
Con el corazón descalzo y arrugado de miedo
Angustia contenidas
Rabia e impotencia de sentirme barca a la deriva
Esperé
Rastreando las huellas y convocando la voz
de cientos de mujeres que escriben sus nombres con mayúscula
ESPERANZA GUADALUPE REINA FRANCISCA MARÍA JUANA
MARTA ISABELA AMANDA IXMUCANÉ CELIA DOMINGA LAURA
Obreras campesinas estudiantes profesionales
Madres trabajadoras artistas indígenas mestizas
Luchadoras rebeldes insumisas
Mujeres cansadas de esperar
recibir poco desatinadamente tarde
Esperé
Hasta sentir que ya no podía esperar más
Porque mi corazón fermentaba de emociones
Mi piel se empapó de nuevos vientos
Vientos que me mandaron girar
¡Giré... giré... giré... giré... giré...!
Hasta sentirme reencontrada con mi historia
Y la historia de este país que habito y me habita
Desde entonces:
Sueño con cometas llenos de caramelos
Sueño con dragones que se abrazan
Sueño con príncipes disfrazados de sapos
Desde entonces:
Transito este camino de cirios encendidos
Y me afirmo militante cotidiana del parlamento de mujeres proscritas
¡Que no callan!
¡Que no callan!